
A la par de sus reservas naturales, sus montañas y sus playas, Mallorca también reserva un paisaje submarino igual de asombroso. Sin duda, el buceo es una de las tantas atracciones que ofrece esta isla balear, donde las medusas, erizos y peces que habitan en este mundo silencioso pueden ser descubiertos por cualquier visitante ávido de recrear con sus ojos tantos tesoros.Descúbrelos por ti mismo.
Cap de Formentor
Situado en el extremo norte de Mallorca, Cap de Formentor es uno de los destinos por excelencia para la práctica del buceo. La travesía hacia el interior de sus aguas comienza a través de un viaje en barco, algo que quedará compensado una vez que nos abandonemos a las aguas cristalinas de esta playa y descubramos una extensa cadena de rocas entre las que se ocultan especies impresionantes. Con una profundidad máxima de 50 metros, destacan además en este lugar el gran número de cuevas submarinas llenas de morenas, congrios y pulpos.
Cala Varques
Cala Varques comprende una extensión de más de 500 metros y forma parte del destino de muchos submarinistas debido al extenso número de galerías subacuáticas que encierra. Situada entre Calas de Mallorca y Cala Romántica, esta región costera se caracteriza además por la cristalinidad de sus aguas, ideal para disfrutar de una gran diversidad de especies marinas. Lo mejor de todo es que no se necesita de grandes destrezas para bucear en sus aguas, aunque será preciso portar una linterna si queremos abarcar todos los rincones y no olvidarnos de llevar calzado cómodo.
Cala Ratjada
Perteneciente al municipio de Capdepera, y a tan sólo ochenta kilómetros de Palma, Cala Ratjada es una reserva marina de 40 kilómetros de extensión, muy propicia para practicar inmersiones en sus aguas. Para turistas de todas las edades (a partir de los 10 años) existen en el lugar cerca de 12 centros de buceo con excursiones diarias hacia el fondo marino. Sin duda la calidez del agua en esta cala, y la riqueza de la flora y fauna que nos espera en su interior, pueden volverse la oportunidad perfecta para un bautismo de buceo por todo lo alto.
Cala Llitjeres
Cala Llitjeres o como también se le conoce, naLliteres, es un enclave marítimo que ostenta el reconocimiento como Área Natural de Especial Interés. Situada a escasos kilómetros de Capdepera, la cala también recibe el nombre de “calita de los buzos”, lo que permite hacernos una idea de lo satisfactoria que puede ser nuestra experiencia en este lugar. Los centros de buceo aquí, nos ofrecen el asesoramiento de un experto, por lo que no será difícil rebasar los 12 metros de profundidad que esconden todo un entorno exquisito de túneles, arcos y cuevas, hogar de muchas especies como el calamar, el raor o el mero.
Cala Llamp
Sólo se necesitan 10 metros de inmersión para rodearnos de las maravillas de Cala Llamp, una playa de 122 metros de extensión, popular además por las embarcaciones que fondean en ella. Enclavada a dos kilómetros de Port d’Andratx, habitan en esta cala algunas especies peculiares como la anémona amarilla. No obstante, los vientos en la región pueden resultar un contratiempo, especialmente si decidimos utilizar un snorkel para recorrer sus aguas. Con las condiciones adecuadas, puede ser una aventura fascinante perderse en la gran caverna sumergida de esta playa.
Isla del Sec
Integra el paisaje de la Bahía de Palma, y se trata de una pequeña isla donde morenas, corvinas, barracudas y castañuelas pueden ser descubiertas a cada paso y a tan sólo 30 metros de profundidad. Sin embargo, lo mejor del lugar es un pequeño tesoro que reposa en el fondo: tres embarcaciones hundidas que, aunque el paso del tiempo las ha deteriorado bastante, aún pueden arrancarnos buena emociones una vez que las encontremos. Sin duda, pasar una tarde en la Isla del Sex puede volverse algo inolvidable.
Pecios del Dique de Palma
Se trata de la otra gran sorpresa que atesora la Bahía de Palma. En este caso, quizás se requiera de más cuidado para sumergirnos en el fondo, pues la profundidad y la poca visibilidad requerirán de una mayor destreza por nuestra parte. Los cuatro pecios que dormitan a 40 metros de la superficie tienen más de 20 años de edad, acompañados de meros, corvinas y barracudas. Si nos hacemos con el equipo indicado y contamos con el asesoramiento de un profesional, podremos visitar el interior de estas embarcaciones en una misma inmersión.
Cabrera
El Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera presenta un ecosistema marino envidiable para cualquier buceador. Para acceder al lugar necesitaremos una autorización especial, pero una vez obtenida basta con acudir a los centros de buceo de la región y participar de sus excursiones. Destaca que, protegido celosamente por la riqueza de su flora y su fauna, Cabrera ostenta una costa mallorquina repleta de especies endémicas irresistibles de contemplar, ya sea sumergiéndonos en el fondo, o a simple vista por medio de un snorkel.