rutas por mallorca en coche

Recorrer Mallorca a bordo de un automóvil es una experiencia fascinante. Si te decides a descubrir por tu cuenta cada rincón de esta maravillosa isla, te recomendamos que lleves contigo esta pequeña guía que hemos preparado para sacarle el máximo provecho a tu estancia. Desde destinos exuberantes de playa y diversión hasta ocasiones culturales o escapadas románticas, aquí está todo lo que necesitas para sentarte frente al volante y dar inicio a la aventura.

Playa, sol y arena

Mallorca es una isla emblemática por la belleza de sus calas y playas. Si nuestras vacaciones tienen un pequeño ingrediente de romance y pasión, no hay nada como abordar un coche con nuestra pareja y dirigirnos hacia las calas más apartadas e íntimas de esta región.

Por supuesto, si de tranquilidad y buen ambiente se trata, definitivamente tenemos que hablar de Llucalcari, una playa como pocas, que aunque no dispone de servicios gastronómicos, vale la pena visitarla solamente por la belleza de sus paisajes deslumbrantes. Si partes desde Palma, solamente debes dirigirte hacia la ruta Valldemossa – Deià – Sóller, desde donde podrás aparcar el automóvil y continuar el recorrido a pie hasta la cala.

Por otro lado, si el motivo de nuestro viaje es meramente familiar, nada mejor que regalarles a nuestros pequeños una escapada hacia la Playa de Palma. Esta cala, además de encontrarse cerca de la capital, tiene la ventaja de que cuenta con parking cerca de la playa, además de numerosas tiendas, restaurantes y parques infantiles para el recreo de nuestros niños. Más al norte, desde Puerto Pollensa, podemos seguir la ruta Puerto de Alcúdia-Playa de Muro- Can Picafort, para disfrutar de un paradisiaco rincón mallorquín que deleitará a toda la familia.

Mímate de compras

Junto a las playas y los monumentos históricos, Mallorca también dispone de una amplia red de mercados locales y artesanales que suponen toda una experiencia. Si planificas tu viaje alrededor de este motivo, puedes acudir a un servicio de alquiler de coches en Mallorca y lanzarte a comienzos de semana para descubrir las calles empedradas de la ciudad y las coloridas tiendas de Calviá, Artà, Alcúdia, Lloret de Vistalegre. Colònia de Sant Jordi, Petra, Santanyí o Puerto Pollensa. Si el recorrido lo inicias un jueves, nuestra recomendación es que acudas a Deià, Inca o Ariany.

Y si se trata de un viernes, las mejores oportunidades las podrás encontrar en Binissalem, Llucmajor y Maria de la Salut. Para el fin de semana, los mercados artesanales abren sus puertas en la misma capital de Mallorca, Santanyí, Felanitx, Buñola, Sa Pobla y Alaró, entre otros. Ten en cuenta además que los mercados generalmente comienzan a partir de las ocho de la mañana, así que, si no quieres perderte una sola oportunidad, acude temprano.

En cambio, si prefieres añadirle un toque cultural a tu viaje, puedes optar por visitar las fábricas artesanales de la región. El mítico vidrio soplado de Mallorca recoge su historia en talleres como el de Lafiore (carretera de Valldemossa, kilómetro 11) o Gordiola (carretera Palma-Manacor, kilómetro 19). Para complementar la ruta, te recomendamos además visitar la fábrica de Teixits Vicens, camino a Puerto Pollensa, donde descubrirás el proceso de producción de las hermosas telas mallorquinas, aunque si te gustan más las perlas, tu destino está en Majorica, en el kilómetro 47 de Palma-Artà.

El camino de la cultura

Para llenar de significado cultural tu paso por Mallorca, no puedes dejar de visitar la Cartuja de Valldemosa (Valldemossa-Deià), refugio romancesco del legendario Chopin y la escritora George Sand. La ocasión, también se presta para acudir al Monasterio de Miramar, o tal vez, probar la exquisita “Coca de patata”, tesoro gastronómico de la región. Si decides seguir rumbo a Deiá, también puedes visitar el cementerio (donde se encuentra la tumba de Robert Graves) y la iglesia, además de exposiciones temporales de pintura y conciertos de música clásica.

En un segundo momento, el destino cultural de Mallorca nos propone realizar la Ruta de la conquista del rey Jaime I, comenzando en el pequeño Sant Elm, donde escenifican algunas acciones del desembarco del monarca en medio de las fiestas patronales, y seguidamente, trasladándonos hacia Puerto de Andratx, un conocido espacio costero repleto de restaurantes y parajes de ensueño. Para concluir, nos pondremos en dirección a Santa Ponça para disfrutar del desfile típico de “Moros y Cristianos”, y una vez en Palma, se volverá imperdible acudir a la cita que nos propone la Capilla de la Pedra, la Cruz de Montcada, la Iglesia de Sant Miquel o la Puerta de la Conquista.

Degustando sabores

La ruta gastronómica de Mallorca puede complementarse con cualquiera de nuestros destinos, ya sea que se trate de playas, tradición histórica o compras.

Si además de disfrutar de un buen plato típico de la región deseamos acompañar la velada con un paisaje indescriptible del mar, los mejores exponentes son sin duda el Restaurante Mirador de la Victoria, ubicado al norte de la isla y muy popular por sus deliciosas paellas que combinan a la perfección con la Bahía de Pollensa, o tal vez el Restaurante El Faro, una joya del Puerto de Sóller especializada en pescados y mariscos.

Adicionalmente, también podemos estar en pleno contacto con la naturaleza accediendo al Restaurante Km1, un espacio rodeado de la belleza natural de la isla (carretera de S’Esgleita a Esporles) y que además cuenta con piscinas y áreas recreativas para los más pequeños. Finalmente, el Castillo del Bosque (carretera Felanitx a Portocolom), nos propone un escenario rural muy exquisito, aderezado con platos típicos del mediterráneo y un servicio realmente maravilloso.

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