¿Visitar Palma de Mallorca en invierno? ¿Por qué no? Aquí conocerás las razones que hacen de la mayor de las islas baleares un destino turístico perfecto, sin importar la época del año en que nos encontremos. Ciertamente, el verano es una estación donde las playas de Mallorca cobran vida y seducen al visitante con sus aguas cristalinas o fina arena, pero también en los meses invernales existen muchas opciones para ver y disfrutar en esta joya mallorquina. Descúbrelas desde aquí.

Nieve en Mallorca

El primer aliciente de una temporada invernal en Mallorca es la nieve. Acudir al paisaje totalmente singular que nos ofrece la Sierra de Tramuntana, o visitar el pueblo encantador de Valldemossa nos recreará la ilusión de encontrarnos dentro de una postal navideña. Además de lo anterior, la ocasión se brinda para disfrutar de las incontables terrazas que ofrecen Puerto Alcùdia o Cala Mayor, teniendo incluso como ventaja que en esta época del año, no se encontrarán tan concurridas. Para completar la velada, nada como disfrutar de un chocolate caliente acompañado de churros. Pruébalo.

El lado natural de Mallorca

Bien es sabido que Mallorca cuenta con un entorno natural envidiable, y si tal vez el calor sofocante del verano nos agobia, visitar algunas joyas de la isla como Sa Dragonera o Cabrera, el parque natural de S’Albufera o la Península del Llevant en invierno, nos ofrecerán un panorama totalmente diferente y seductor. Al mismo tiempo, el senderismo despunta como otra de las estupendas opciones que podemos elegir, con rutas como el camino del Archiduque, el peregrinaje hacia el Monasterio de Lluc o la subida de Randa. Si lo prefieres, también puedes descubrir (o redescubrir) Mallorca a bordo de una bici.

Deporte de invierno en Mallorca

Oportunidad para los deportes

Sí, como lo oyes. Mallorca ofrece una tranquilidad sinigual durante los meses de invierno, y de esta manera puedes aprovechar las bajas temperaturas para desarrollar tus habilidades en el tenis o el golf. Además, la isla cuenta con numerosos centros deportivos donde podrás recibir clases (los precios de las clases bajan en esta época del año), al tiempo que perfeccionas tu técnica. En cuanto a los deportes náuticos, estos también encuentran un espacio en invierno, donde además de no encontrarse tan abarrotado, también podrás disfrutar del ambiente templado y relajante del mar.

Fiestas locales

No todo es sosiego y quietud en Mallorca cuando se acerca el invierno. Al culminar las populares fiestas navideñas, la isla celebra las fiestas de Sant Antoni y Sant Sebastià en los primeros días de Enero, siendo todo un atractivo para el visitante al ver como la ciudad se transforma por completo entre fogatas, conciertos en plena calle y numerosas actividades culturales para familias locales y turistas. Entre correfocs y disfraces de demonios, barbacoas y torradas, transcurre además el carnaval “Sa Rua”, un espacio muy propicio para conocer de primera mano la gastronomía mallorquina tan variada.

Aprende divirtiéndote

Contrario a lo que sucede en verano, Mallorca ofrece varias opciones que, ante la baja demanda, pueden ser aprovechadas por las personas que visitan la isla en invierno. Una de esas opciones, es precisamente la de aprender a cocinar. El sitio en cuestión, se denomina “The Galley Club” y a través de un curso intensivo podrás incorporar a tu repertorio de recetas nuevos platos de comida gourmet, e incluso, comida tradicional india. También, y si te interesa más el baile, la academia “1, 2, 3 y a bailar” te permitirá dominar los movimientos de salsa cubana y probarte en cualquier club de música latina de la isla.

Palma Aquarium Mallorca

El Palma Aquarium

Si eres de los que no soporta el tumulto de personas, te recomendamos que asistas en invierno al acuario de Palma. La instalación se encuentra abierta todo el año, e incluso, los precios pueden bajar durante los meses fríos. Si vas con niños, la visita al Palma Aquarium es casi obligatoria, pues no sólo alberga una gran variedad de especies marinas impresionantes, sino que además representa un espacio para aprender más sobre el mundo acuático, y contiene numerosas actividades didácticas, zonas de concienciación y galerías espectaculares como la de los tiburones o los peces tropicales y mediterráneos.

Enoturismo

El enoturismo te permite explorar la cultura vitivinícola de la región de Mallorca. Famosa por sus bodegas de antaño y algunas rutas, como la ruta del vino de Binissalem DO, la isla es un espacio idóneo para conocer más sobre el mundo de los vinos. Las actividades que se realizan comprenden catas de vino y visitas guiadas a numerosas bodegas y viñedos de la región, como por ejemplo Vins Nadal, anfitriona de la vendimia en septiembre, José Luis Ferrer, casa de la uva Mantonegro, o tal vez la Bodega Biniagual, tan hermosa en su arquitectura como en la calidad de sus vinos.

Fuera rutina

El invierno es el momento ideal para hacer todo lo que no pudiste en el verano, ya sea porque no tuviste tiempo, no contabas con suficiente presupuesto o la gran oleada de turistas no te lo permitió. En el invierno puedes probar cada rincón de la isla con suficiente comodidad. Por ejemplo, puedes escoger cualquiera de los incontables hoteles que te ofrece la isla, acudir a los restaurantes más solicitados, o tal vez, abandonarte a la relajación que te brindan los spas de la región. Regálate algo de diversión y disfruta de la isla. Está reservada sólo para ti.

Cita con las estrellas

Se trata de otra de las grandes oportunidades que puedes aprovechar con tus pequeños: el Planetario de Mallorca. La instalación se encuentra abierta durante todo el año, los días viernes y sábado desde las 19’00 horas, y forma parte del Observatorio Astronómico de Mallorca. Ubicado en la parte sur de Costitx, el planetario ha sido protagonista del descubrimiento de 59 asteroides y se considera todo un pionero en el campo de la observación espacial. Si te gustan las estrellas, esta es definitivamente una de las grandes oportunidades que no puedes desaprovechar a tu paso por Mallorca.

Centro de Palma de Mallorca

Visita el centro de Palma

A cualquier hora del día, teniendo en cuenta que el sol no abruma mucho durante el invierno, el casco histórico de Palma puede ser descubierto de calle en calle. Bien podemos aventurarnos por nuestra cuenta con un mapa de la ciudad, o contratar un guía local. En cualquier caso, las estrechas calles y magníficos monumentos arquitectónicos de la ciudad se encontrarán listos para deslumbrarnos. Museos, galerías y catedrales componen una visita que se volverá única, incluso si ya has visitado la ciudad en el verano. En especial, te recomendamos acudir a la Plaza Mayor, la Catedral de Palma de Mallorca o el Castillo de Bellver. Imperdibles.

Recorre las playas

Las aguas de las playas y calas de la costa mallorquina se encuentran abiertas todo el año. Aunque adentrarse en ellas no suena ideal en el invierno, siempre podremos reinventar nuestros paseos con hermosos picnics sobre la arena, juegos con los niños, o simplemente tendernos bajo el generoso sol a leer nuestro libro preferido. Sin duda, el mar Mediterráneo es seductor en cualquier estación, y si decides visitar algunas regiones como playa de Es Trenc, Ca’n Picafort o la bahía de Alcúdia, podrás comprobarlo por tus propios ojos. Eso sí, deberás llevar tus propios bocadillos, porque los chiringuitos cerca de la playa cierran durante el invierno.

Los mercados de Palma

Los mercados de Palma resultan otras de las magníficas oportunidades del invierno en la isla. En locales como Mercat de Santa Catalina o Mercat de l’Olivar, podrás encontrar todo tipo de pescados, frutas y verduras al mejor precio y con la mejor calidad. En muchos de estos mercados podrás probar también algunos deliciosos platos como sushi y tapas españolas. Si decides salir un domingo, te recomendamos que acudas al pueblo de Consell, donde se reúnen varios negocios de gangas y productos de segunda mano, ideales para llevarnos a casa un buen recuerdo por un módico precio.

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