Palacio Real de La Almudaina

Su nombre deriva de la lengua árabe, cuya traducción puede entenderse como local amurallado o ciudadela. El Palau Reial de l’Almudaina o Palacio Real de la Almudaina, es el Palacio Real de Palma de Mallorca, y constituye uno de los destinos turísticos más visitados de toda la isla.

Ubicado en la propia capital, esta espectacular construcción ha sido reconocida además como Bien de Interés Cultural desde el año 1931, y actualmente funge como residencia de la Familia Real Española, aunque también ofrece la oportunidad de ser visitada por los turistas para el deleite de la rica historia mallorquina desde sus primeras épocas.

La Almudaina se encuentra cerca de la Catedral de Palma y la Seu, y desde su construcción en el lejano siglo X, ha recogido hasta nuestros días cada uno de los períodos históricos de la isla de Mallorca.

Palacio de la Almudaina Mallorca

Un poco de historia

Tras la dominación catalana de Mallorca por parte de Jaime I de Aragón en el siglo XIII, se comenzaron los preparativos para la construcción de la Almudaina, específicamente frente a la Catedral de la isla. Otrora alcázar en sus comienzos y como parte de la instauración del cristianismo, el palacio pasó a fungir entonces como residencia para los monarcas y gobernadores de la isla, sin abandonar los vestigios de su origen musulmán.

Años más tarde, el rey Jaime II llevaría a cabo la reedificación de la construcción, dotándolo de un estilo gótico característico de la época y constituyendo también en el lugar la Capitanía General de las Islas. Reyes de Mallorca, Aragón y España instalaron su corte en la Almudaina, que no tardó en pasar a ser un símbolo ferviente de la prosperidad alcanzada por la isla durante el siglo XVI.

Actualmente, y tras sufrir una restauración capital en el año 1963, el Palacio de Almudaina es la residencia oficial del Rey en la isla, aunque también se desarrollan en este lugar eventos y reuniones oficiales de los mandatarios.

Almudaina

Describiendo La Almudaina

Fiel al estilo gótico de su época, La Almudaina presenta rasgos medievales muy marcados que pueden comprobarse sobre todo en su planta baja, en especial el corte cuadrado de la misma, rodeado de murallas a gran altura y con torres también cuadradas, a destacar la Torre del Ángel o del Homenaje, perfilada con una representación en bronce del arcángel Gabriel.

Figuran además en la edificación los palacios del Rey y de la Reina, la Capilla de San Jaime, la Capilla de Santa Ana, el Patio del Rey, el Huerto de la Reina y los Baños Árabes, además del Patio de Armas, el Arco del Mar y el Patio de la Reina.

Aderezado con una vista envidiable del Paseo Marítimo de Palma, el palacio nos devela en su terraza exterior una vista impresionante del Castillo de Bellver y el Parc de la Mar. En cuanto a su segunda planta, esta se encuentra reservada para los eventos oficiales de la Familia Real, y contiene un ambiente mucho más moderno con objetos que datan del siglo XVII y XVIII.

La entrada al Palacio Real de la Almudaina, deslumbra además por un patio engalanado con una fuente y un impresionante arco de piedra, mientras que en su interior nos aguardan mobiliarios exquisitos, pinturas de gran valor artístico, tapices y utensilios que permanecen fiel al pasado histórico de la isla, especialmente en el comedor Real.

¡Visítalo!

Acceder a este palacio y contemplar la belleza en su interior, es una de las actividades que más realizan los visitantes de paso por la isla. El precio de la entrada es de 3.20 euros, aunque vale la pena abonar 0.60 centavos más para contar con una visita guiada que nos permitirá conocer aún más la rica historia del palacio.

No obstante, también debes conocer que existen visitas gratuitas durante los miércoles (para ciudadanos de la Unión Europea), además de promociones y tarifas especiales para quienes decidan reservar su entrada de manera online. Los menores de 5 años podrán acceder de manera gratuita al recinto, aunque durante los meses de verano podrás encontrarlo cerrado en algunos días si existen actividades oficiales.

Generalmente, el palacio se encuentra cerrado al público los domingos, y durante los meses de invierno abren sus puertas a las 10:00 horas y hasta las 18:00 horas, mientras que en los meses estivales el horario comprende hasta las 20:00 horas.

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