
Mallorca es una hermosa isla del Mediterráneo con un clima envidiable, impresionantes paisajes y una deliciosa gastronomía. Siendo la mayor de las Islas Baleares, Mallorca es parte de España, pero posee un paisaje más agreste y una calidad de otro mundo. Las montañas rocosas y sus colinas boscosas tan exuberantes descienden abruptamente hacia el mar para regalarnos una vista indescriptible sin dudas.
A lo largo de su pintoresca costa, los acantilados de Mallorca ofrecen puntos de vistas sensacionales con calas que centellean gracias a sus aguas tan cristalinas. Los visitantes también quedan enamorados con ciudades históricas y pueblos de encanto dentro del propio territorio, además de disfrutar de las innumerables atracciones turísticas presentes como iglesias medievales, antiguos castillos y museos de arte.
La alegría de Mallorca es la combinación de la cultura y la naturaleza. En un mismo día, podremos visitar la gloriosa catedral gótica de la ciudad capital, y a continuación, tomar el sol en una de las muchas playas vírgenes que existen. También podremos efectuar un paseo por la ciudad medieval amurallada de Alcudia, y luego deleitarnos con un monasterio del siglo XV o relajarnos en el glamoroso balneario de Puerto Portals. Con tantas opciones disponibles dentro de esta idílica isla, los turistas tendrán incontables razones para pasar sus vacaciones en este lugar.
La ciudad capital cultural de Palma de Mallorca
Como una hermosa ciudad capital, Palma de Mallorca ofrece la combinación perfecta de relax costero y cultura. Dos impresionantes monumentos, la catedral y el castillo, le dan a esta ciudad el prestigio de otras capitales de Europa. La gloriosa Catedral de Mallorca (La Seu) domina el viejo puerto y aparece desde la distancia como un faro de fe. Este edificio monumental de piedra arenisca data del siglo XIII, pero no fue terminado hasta el siglo XVII.
La espléndida fachada gótica cuenta con decoraciones escultóricas de Guillermo Sagrera. Los visitantes quedarán impresionados además por el interior de esta catedral, con una nave empinada de 44 metros de altura. El enorme espacio guarda una superficie de 6600 metros cuadrados, con vitrales espléndidos que incluyen varias ventanas en forma de rosa (la más grande data de 1370), y que permiten iluminar el santuario con un brillo etéreo muy peculiar. Gran parte del interior fue remodelado por el famoso arquitecto catalán Antonio Gaudí a comienzos del siglo XX. En la Capilla Real, el gigantesco baldaquino de Gaudí posee la forma de una corona de espinas. Adicionalmente, la Capilla de la Trinidad contiene los sarcófagos de los reyes Jaime II y III, y desde la terraza en el lado sur de la catedral, los turistas podrán disfrutar de una magnífica vista de la bahía.
Por otra parte, el formidable Castillo de Bellver del siglo XIII, se encuentra en una zona de gran altura, a tres kilómetros del centro histórico de Palma de Mallorca. Una vez fortaleza real, la planta circular de este castillo fue influenciada por la arquitectura oriental, mientras el puente que conduce al patio de esta edificación conserva líneas de estilo romántico y arcadas góticas. El castillo se encuentra abierto al público y cuenta con un museo de historia y una capilla.
Es necesario destacar además la Fundación Pilar i Joan Miró en la propia casa donde vivió el artista. Se trata de un museo con una excelente colección de pinturas, dibujos y esculturas del artista catalán. Para aquellos que prefieran estar cerca del mar, la mejor opción se encuentra precisamente a poca distancia de la Fundación Miró en la Cala Major. Esta amplia playa de arena es muy popular durante el verano. Otras playas incluyen la Playa de Palma y la Playa del Arenal.
Casco antiguo de Alcudia
Rodeado de exuberantes bosques de pino, Alcudia es uno de los pueblos más pintorescos de Mallorca. Esta ciudad medieval amurallada, tan maravillosamente conservada, es también conocida por sus monumentos de interés histórico, deliciosa cocina y festivales tradicionales. La ciudad se encuentra a una distancia cercana del mar y fue fortificada para protegerse de los peligrosos ataques de piratas durante la Edad Media. De las antiguas murallas, sólo se conservan actualmente las puertas Xara y Palma y el bastión renacentista de Sant Ferran.
Alcudia vive un ambiente de viejo mundo muy distintivo a través de sus sinuosas calles medievales y casas palaciegas renacentistas. Dentro de las iglesias más importantes se incluyen Santa Ana y Sant Jaume, además de la capilla barroca de Sant Crist, la cual guarda una imagen de Cristo del siglo XV. Alcudia también tiene sitios arqueológicos relevantes, ya que fue construida en el sitio de un antiguo asentamiento romano. Los restos de casas romanas, un foro y un anfiteatro descansan al sur de la iglesia de Sant Jaume.
Varios lugares de interés turístico se encuentran fuera de la ciudad. Para aquellos que disfrutan de la observación de las aves, el parque natural de La Albufera, en la bahía, atrae a más de doscientas especies de aves todo el año. Un destino costero muy popular es el Puerto de Alcudia, con playas de arena, un paseo marítimo con mucho estilo y un restaurante. La línea de costa alrededor de esta área también contiene muchas calas vírgenes de aguas cristalinas. La Fundación Yannick & Ben Jakober es un excelente museo de arte moderno y contemporáneo (abierto al público los martes, con visitas guiadas sólo mediante citas de Miércoles a Sábado), el cual se encuentra a siete kilómetros de Alcudia y cuenta con un hermoso entorno natural y un parque de esculturas.
Puerto Portals: una zona costera muy glamorosa
Este balneario de lujo en la costa suroeste de Mallorca es uno de los destinos favoritos de la familia real española y otros visitantes de renombre. La elegante marina del lugar se encuentra repleta de yates de lujo, pues además cuenta con un club de yates, tiendas elegantes, cafés y restaurantes. Con sus exquisitas boutiques y coches llamativos (Ferraris y Porsches son comunes) transitando por la ciudad, Puerto Portals puede ser considerada como una versión más pequeña de Monte Carlo en Mónaco.
Los turistas podrán pasear de arriba abajo la línea de costa mientras disfrutan de un paisaje exquisito o se animan a comprar en las numerosas tiendas de diseño. La comida gourmet también es un pasatiempo popular en esta área, rica en restaurantes de lujo, como el Restaurante Tristan (premiado por la guía Michelín) y el Restaurante Flanigan. Muchos de los cafés y restaurantes contienen agradables patios al aire libre para disfrutar del sol del Mediterráneo.
Sin alejarnos demasiado, encontraremos la atracción predilecta para familias con niños: Marineland. A los pequeños les encantará jugar en el parque acuático, y disfrutar de los espectáculos con delfines y leones marinos. Esta instalación también se encuentra cerca del Mood Beach Club, que cuenta con una hermosa playa y un restaurante gourmet.
El monasterio de Valldemosa
En un pintoresco escenario entre la Sierra de Tramuntana y el mar Mediterráneo, el histórico pueblo de Valldemossa está lleno de encanto. Empinadas calles peatonales y edificios antiguos con fachadas de piedra dan un ambiente muy especial. La zona montañosa tiene una vegetación exuberante, y las pistas conducen a playas y calas magníficas. A los pies de la ciudad se encuentra un puerto encantador: el Port de Valldemosa, el cual aun se mantiene como un pequeño pueblo de pescadores. De esta manera, los turistas podrán disfrutar de varias especialidades de mariscos frescos en los restaurantes locales de la región.
Con suficiente tiempo, el visitante será capaz de descubrir uno de los lugares más interesantes de la zona, la Real Cartuja de Valldemosa. Este magnífico monasterio cartujo fue construido en el siglo XIV, en el sitio de un antiguo alcázar árabe. Desde hace más de cuatrocientos años, este entorno sereno sirvió de inspiración espiritual para los monjes cartujos que oraban y vivían en el monasterio. La construcción ha recibido también a numerosos artistas ilustres como Frédéric Chopin y la novelista George Sand, los cuales pasaron el invierno de 1838 a 1839 en el monasterio.
La pareja alquiló una habitación en el interior del monasterio, la cual se encuentra abierta al público en la actualidad. Durante el tiempo que vivieron aquí, Chopin compuso el Preludio de la Gota de Lluvia y otras obras, mientras que George Sand concibió su famoso libro: Un invierno en Mallorca. Los amplios jardines del monasterio también incluyen el Palacio Rey Sancho, construido por el rey Jaime II en el siglo XIV.
El hermoso escenario costero de Sóller
Este pequeño y encantador pueblo está enclavado en un valle idílico, rodeado de un espléndido paisaje de olivares y huertos de cítricos que conducen al mar. El famoso tren de Sóller lleva a los turistas en un paseo a través del hermoso escenario, aunque los visitantes también pueden llegar a Sóller desde Palma de Mallorca. El viaje se disfruta desde un clásico vagón de ferrocarril del viejo mundo, y al llegar, la ciudad nos presenta varios monumentos históricos importantes, como la Iglesia Parroquial del siglo XIV Sant Bartomeu, un monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, y el monasterio de Sa Capelleta, fuera de la carretera de Lluc.
A las afueras de la ciudad, más allá de la colina de Coll de Sóller, se encuentra el Palacio de Alfabia, otrora residencia de un visir árabe. En los jardines espléndidos del lugar florecen limones y naranjos, palmeras y plantas de bambú. El palacio fue diseñado con estilo barroco y contiene muebles y pinturas muy valiosas. Ubicado en el valle, el Puerto de Sóller contiene por su parte una marina muy pintoresca con laderas verdes como telón de fondo y pequeñas embarcaciones y yates anclados en la costa.
Las playas de Llucmajor
Para aquellos que buscan vacaciones de Sol y playa, Llucmajor será una opción más que ideal. A unos 25 kilómetros al sur de Palma, este espectacular tramo de la costa de Mallorca se enorgullece con hermosas calas, playas y acantilados. Las torres de defensa del siglo XVI a lo largo de la costa ofrecen unas vistas impresionantes, mientras la Playa del Arenal, una extensa playa que se extiende hasta el final de Palma de Mallorca, es compartida por varios pueblos vecinos de la región. Las tranquilas aguas de Playa El Arenal, son ideales para la natación, mientras que una parte de la playa se destina para la práctica del surf. Las instalaciones incluyen un club de yates, oficina de turismo y baños públicos. Además están disponibles sombrillas, tumbonas y equipos de deportes acuáticos para alquilar.
En un área protegida en la parte inferior a la entrada de la marea, la playa de Cala Pi es otra de las que goza de un encanto natural maravilloso, a pesar de estar rodeada de hoteles y viviendas. Cala Pi es una playa de arena con aguas cristalinas suaves y muy ideales para el buceo, además de contar con servicio de sombrillas y tumbonas. Otra opción es la pequeña cala junto a la finca de Cala Blava. Se trata de una playa muy tranquila que además ofrece unas vistas sensacionales de la Bahía de la Palma. Llucmajor también atrae a los golfistas y entusiastas de los deportes acuáticos, ya que cuenta con un campo de golf y una zona excelente para la navegación.
El Puerto de Pollensa
Pollensa es conocida por su animado puerto y una bahía fascinante de aguas azules y oscuras. A la sombra del municipio Pollensa y de las Montañas de Calvari, la encantadora ciudad medieval tiene dos iglesias importantes. Nuestra Señora de los Ángeles es la iglesia parroquial del pueblo, construida en el siglo XVIII donde antes se encontraba una edificación similar del siglo XIII. Desde este lugar, una escalera en ciprés de 365 escalones nos lleva a la Iglesia de Puig del Calvari, una capilla barroca de peregrinación. El centro histórico de la ciudad se encuentra a solo unos pasos de las playas, aunque quizás el lugar de mayor interés en la región es precisamente el Puerto de Pollensa.
Esta hermosa playa de arena blanca, contiene una extensa costa y un oleaje moderado. La playa cuenta con un club de yates, deportes acuáticos, baños públicos y duchas. Las sombrillas y las tumbonas también están disponibles para alquiler. Por otra parte, la Cala en Gossalba es una playa aislada ubicada en un paraje protegido, accesible en barco o a pie. La orilla se encuentra cubierta de grava en lugar de arena, pero tanto Cala en Gossalba como Puerto de Pollensa son playas ideales para el buceo.
A unos seis kilómetros fuera de Pollensa, encontramos el antiguo pueblo de pescadores Puerto de Pollensa. A partir de este punto, una hermosa carretera de 21 kilómetros al noreste nos conecta con Cabo de Formentor, ubicada en lo último de una larga y estrecha península. En este lugar, podremos contar con el lujoso hotel Barceló Formentor, dueño de impresionantes vistas al mar. Al otro lado de la bahía, tras un viaje de 15 kilómetros a lo largo de la costa, se encuentra el Mirador de Mal Pas.
La pintoresca e histórica localidad de Artá
La histórica ciudad de Artá se encuentra enclavada en un valle donde florecen almendros, olivos e higueras. A su vez, las montañas de Artá proporcionan un telón de fondo encantador, con colinas que se extienden en la distancia. De hecho, Artá deriva su nombre de la palabra árabe “jertan”, que significa jardín. Desde la iglesia parroquial de la ciudad, la Iglesia de la Transfiguración del Señor, una avenida de cipreses conduce a la cima de la colina, donde una fortaleza y el Santuari de Sant Salvador (capilla) se alza para brindarnos hermosas vistas de la ciudad.
Los turistas podrán disfrutar de espléndidos paisajes a través de una escena con vistas a los tejados rojos apretados de la ciudad y que se extiende finalmente por todo el paisaje verde de la región. Artá todavía mantiene los restos de sus antiguas murallas que parecen dominar la ciudad, y muchas casas palaciegas antiguas como Na Batlessa, sede de la biblioteca municipal. La ciudad también tiene un restaurante premiado en la guía Michelín, el Restaurante Andreu Genestra, situado en la carretera de Palma a Manacor y decorado con un entorno precioso y vistas al campo desde la terraza al aire libre.
Fuera de la ciudad, encontraremos el sitio arqueológico de Ses Paisses, el Monasterio de Santa María de Bellpuig, el convento franciscano del siglo XVII de San Antonio de Padua, y la Ermita de Betlem, rodeada por un paisaje agreste de monte bajo y colinas rocosas. Otro de los atractivos de la zona son las Cuevas de Artá, un sistema de túneles subterráneos con impresionantes estalactitas y estalagmitas.
Deià: refugio de encanto para los artistas
Ubicado en el Valle de los Naranjos, a unos 15 kilómetros de Sóller, este pueblo de artistas tan encantador se levanta sobre una elevación rodeada de plantaciones cítricas. Las pintorescas casas de piedra de la ciudad cuentan con techos de tejas y persianas verdes, un elemento típico de la arquitectura rural mediterránea. El famoso poeta Robert Graves fue uno de los admiradores de este entorno idílico en donde vivió por muchos años, inspirando a otros artistas de renombre. La casa donde vivió Graves, Ca N’Alluny, es ahora un museo abierto al público.
Sin duda, Deià es un lugar encantador para explorar y disfrutar del hermoso paisaje. La ciudad es conocida también por su deliciosa gastronomía balear y cuenta con varios restaurantes de primera categoría: el Restaurante Es Raco d’es Teix reconocido por la guía Michelín, el galardonado restaurante El Olivo en el lujoso hotel La Residencia, y el siempre romántico Restaurante Sebastián, que sirve platos típicos de la cocina tradicional mallorquina.
Más allá del centro histórico de Deyá existen varios lugares de interés turístico que vale la pena conocer. La Cala Deyá, es una pequeña cala de aguas perfectas para la natación y el descanso, aunque para obtener vistas sensacionales y un ambiente sereno y natural, nada como dirigirse al hermoso pueblo de Monestir de Miramar y los jardines de Son Marroig en la Carretera de Valldemosa. En este entorno paradisiaco, los jardines deleitan a los visitantes con su precioso paisaje, terrazas, pabellones, puentes peatonales y pagodas. El Monasterio de Miramar también tiene impresionantes jardines y balcones con magníficas vistas a los acantilados y un mar de color azul oscuro en la costa.
Serenidad y armonía en el municipio de Petra
Petra es un tranquilo pueblo rural a 43 kilómetros de Palma de Mallorca y está catalogado como Bien de Interés Cultural. El sitio de mayor importancia en este lugar es el convento donde Fray Junípero asistió a la escuela. El pueblo también cuenta con un excelente museo donde ilustra la vida del propio Fray, nacido en Petra. Otro homenaje al famoso misionero es el festival que se celebra cada año en el tercer domingo de Septiembre.
El evento animado cuenta con impresionantes desfiles de carrozas y coloridas ofrendas florales. En la lista de monumentos interesantes de Petra se incluyen la Iglesia de San Pedro, una iglesia gótica con fachada de fortaleza; el convento de Sant Bernardí, un remanso de paz creado por los franciscanos; y finalmente el Santuario de Nostra Senyora de Bonany, una iglesia neo-barroca que despunta desde lo alto de una colina.
Cala Figuera: Un puerto de pesca
A lo largo de una impresionante costa de serenas aguas turquesas, la Cala Figuera puede resumirse como un pueblo de pescadores muy encantador. Su ambiente relajado combina con casas blancas agrupadas alrededor de una ladera que se hermana con la línea de costa. Aquí, muchos pescadores locales se encargan de las labores diarias, arreglando las redes de pesca. En las primeras horas de la mañana, las capturas frescas del día llegan a los muelles, listas para ser vendidas en el mercado y luego preparadas en deliciosos platos de mariscos.
Como es de esperar de un pueblo costero, Cala Figuera ofrece una gran selección de restaurantes de mariscos donde sirven el pescado fresco que se captura a diario. A lo largo del puerto, un paseo espléndido recorre la orilla hasta los acantilados. Por muy extenuante que pueda parecer la travesía, las vistas de la bahía recompensarán cualquier esfuerzo.
Adicionalmente, para los amantes del mar, el popular destino de playa se encuentra a sólo cuatro kilómetros al sur de Cala Figuera, en Cala Santanyí. Bien aislada del bullicio, esta playa virgen de arena es muy preciada por sus aguas tranquilas y cristalinas. Además, los visitantes podrán disfrutar de la natación y servicios de snorkel y buceo.
La costa de Calvia
Un espectacular paisaje agreste nos aguarda en la costa de Calvia, la cual se extiende unos 50 kilómetros entre colinas, acantilados y bahías. Esta zona cuenta con excelentes playas e islas remotas, ideal para quienes gustan del Sol y la naturaleza. Una de las playas más hermosas es Cala Vinyes, un espacio pequeño de aguas tranquilas donde los visitantes podrán nadar y descansar a plenitud. Además, la playa cuenta con servicios de sombrillas y tumbonas para alquilar, aunque no cuenta con servicios de baño.
Por otra parte, la playa de Palma Nova se trata de una playa galardonada en múltiples ocasiones y que cuenta con excelentes instalaciones (baños públicos, acceso para minusválidos, duchas, sombrillas y alquileres de salas). También podremos contar con servicio de salvavidas, un área segura para niños, y aguas tan tranquilas que hacen de esta playa un destino muy popular para las familias, además de contar con abundante espacio para pasear y caminar (Palma Nova abarca casi dos kilómetros de arena). Por si fuera poco, la playa también es ideal para practicar deportes acuáticos como el buceo.
Otras playas de la costa de Calvia incluyen a Playas Paguera, una playa urbana con instalaciones públicas, y Cala de Santa Ponsa, una extensa playa con un club de yates, alquiler de sombrillas y tumbonas, y una oficina de turismo.